El futuro de los libros y la imaginación presente

Me prometí que no leería el siguiente volumen de Canción de hielo y fuego hasta que me llegara el Kindle, a pesar de que lo tengo en papel, a estrenar, en la estantería. Sin embargo la otra noche no pude aguantar más el mono, me acerqué a la repisa y abrí el libro por la primera página. Lo primero que pensé fue “mierda, ¿cómo hago para aumentar el tipo de letra?

René

Vivimos en un mundo donde la innovación multimedia está totalmente limitada por las monopolistas leyes de protección de derechos de autor y de distribución de las obras. Con una legislación más flexible no sólo hubieramos tenido Spotify hace años sino que tendríamos una sana oferta de productos similares que harían bajar los precios de las suscripciones premium. Con mejores leyes no tendríamos que babear ante la posibilidad de que un producto tan desastroso con Voddler llegue a España porque existirían decenas de alternativas. Con unas leyes más flexibles haríamos del Everything is a Remix una pila de alto voltaje creativo que beneficiaría a productores y consumidores. Pero por ahora, nos limitamos a babear imaginando lo que podríamos hacer o lo que podremos hacer en el futuro siempre y cuando las leyes, las patentes, las conexiones a internet y los derechos de autor lo permitan.

La industria literaria, en mi opinión, puede presentar una batalla sorprendentemente más compleja que la música. La combinación de tablets con tecnología táctil y redes sociales promete ofrecer una revolución literaria mucho más allá de Kindles e iPads.

[vimeo]http://vimeo.com/18561004[/vimeo]

Si os fijáis, la música 2.0 sigue conservando la forma original. Quiero decir que vale, podremos votar positivamente un videoclip en YouTube, compartirlo en Tuenti, agregar a nuestros amigos de Facebook a Spotify para ver sus listas de reproducción pero sin embargo, las canciones siguen presentándose como originalmente estaban en CD. Escuchas “Self Steem” de Offspring en tu flamante iPhone 4 y será táctil, será bonito, tendrá opciones sociales pero los acordes, las letras y el sonido es el mismo (o peor en este último caso).

Preservar la originalidad de la obra es el último muro que separa la industria cultural de una sociedad donde todo se edita, se comparte y se remezcla. Algunos dirán que esto es una locura, que es pervertir la creación del autor o que las obras derivadas implican necesariamente perder el control sobre las ideas. Apartados de este mundo, usuarios de YouTube crean mashups de canciones que provocan sonrisas allá donde se escuchan:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=jiH1wNmZTII[/youtube]

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=7ZF_YU7seVk[/youtube]

Si existe un sector donde preservar la obra original intacta, con celo, con todos los DRM del mundo, donde va casi en la sangre de sus protagonistas es el editorial. La edición digital de contenidos en dispositivos de lectura como ha demostrado recientemente Orbyt en España se limita a cambiar la forma de acceder al contenido, no a cambiar el contenido en sí. Incorpora las innovaciones de Apple (o de quien sea, hoy no quiero hablar de patentes) a los contenidos que ellos generan y ahí tienes: una versión 2.0 de tu periódico habitual. ¡Hey qué guay! ¡Puedo hacer zoom en la columna de Sostres de El Mundo! No, eso no es 2.0. Eso es mierda-táctil vía Cupertino.

En Adama Web me ha tocado ver de cerca el tema con los libros digitales en los colegios. Los coordinadores de nuevas tecnologías de los centros y en general el profesorado más proTIC se quejaban de que la gran revolución del libro digital para los alumnos no ha sido otra cosa que escanear los contenidos de siempre.

En marzo de este año, una profesora de un centro de Cornellá entrevistó a sus alumnos sobre la percepción que tenían de los nuevos materiales educativos digitales. La respuesta no pudo ser más desalentadora. Vale que será un estudio de un sólo centro y que no se puede generalizar pero al menos por lo que yo he visto en las escuelas asturianas, el resultado no me sorprende:

Es que si la literatura digital es leer en una pantalla pues apaga (la pantalla) y vámonos.

No es una versión 2.o señores. La literatura 2.0 será democrática. El autor ya no es un cura que desde el púlpito adoctrina y quién quiera que escuche y quien no que salga de la Iglesia. En la literatura democrática si no me gusta lo que dices voy a modificarlo, mejorarlo, opinar con los demás lectores a tiempo real, añadir notas y compartirlas con los demás…

Una de las quejas principiales de los alumnos del colegio citado es que en el libro digital no se puede subrayar. ¿¿WTF?? Si realmente el resultado de integrar un libro digital en las aulas es que los alumos pueden interactuar menos con él estamos haciendo las cosas desastrosamente mal.

¿Y la obra original? La obra original seguirá disponible claro está. Ya es elección tuya acceder a versiones enriquecidas de la misma o acercarte a la estantería a coger el volumen tal y como se editó originalmente. En la facultad puedes pillar un libro de texto en la tienda, pillarlo de segunda mano con anotaciones, pillar unos apuntes en la fotocopiadora o hacer tus propios apuntes. Es lo más normal del mundo que exista esta variedad de opciones ¿por qué no aprovechamos la tecnología para amplificarlas?

Todo esto viene a cuento de uno de los vídeos más maravillosos que he visto en el último año, obra de IDEO, una de las compañías más innovadoras, creativas y arriesgadas del mundo.

IDEO presenta tres conceptos:

  • Nelson: socializar la lectura. Capas que acompañan a los libros y que te permiten seguir debates a tiempo real, repercusiones de las obras en la sociedad, de capítulos e incluso de párrafos en concreto., contrastar fuentes…
  • Coupland: orientado a clubs de lectura. Diría que casi una especie de Linkedin literario donde puedes encontrar qué están leyendo y que lecturas recomiendan aquellas personas de tu mismo sector profesional.
  • Alice: mi favorito, sobre todo por el juego que puede dar a los peques. Un “Elige tu propia aventura” a lo salvaje donde determinados comportamientos con el libro te permiten desbloquear capítulos e historias paralelas.

Con todos ustedes el vídeo que ha inspirado este post. Disfruten de lo que podremos (o no) hacer.

[vimeo]http://vimeo.com/15142335[/vimeo]

9 comentarios en «El futuro de los libros y la imaginación presente»

  1. Pingback: Bitacoras.com
  2. Buenas:

    Querria aportar un fenómeno que existe que se podría relacionar con los mashups de la musica/video en el mundo de libro que no se si conocereis: los Fanfics y los foros de rol.

    Ya desde hace unos años y, sobretodo en los generos de fantasia y comics, la gente aprovechó internet para escribir sus propias versiones de las historias que leia (“fan fictions”) e internet sirvió para difundirlos y compartirlos. Esto sigue siendo leer en una pantalla, pero estas comunidades son muy activas y han permitido a algunos autores sacar luego sus propias ideas o parodias de los originales (ya que sólo las parodias se ven libres de publicarse si conflictos de derechos de autor).

    Y por otro lado, y quizás un poco más 2.0, estan los foros de rol donde la gente reescribe historias de personajes ajenos en grupo: desde buffy cazavampiros, heroes marvel, Harry Potter, etc. En estos cada uno de los usuarios escribe la historia de uno o un grupo de personajes y se va haciendo un libro en grupo sobre ideas de otros que se puede leer desde el punto de vista que el usuario le da a su parte en cada momento, casi como un libro en árbol más que en linea.

    Estas dos cosas son las que las tabletas más vida van a dar, ya que podrás leer la obra rehecha a tu gusto o como les gusta a otros cómodamente y no en la pantalla de tu ordenador. Aunque de nuevo el problema de que esto evolucione de verdad dependerá de lo agresivos que sean autores y editoriales con el tema de los derechos; como ejemplo George R.R.Martin es uno de los muchos autores caza “fanfics” que hay por la red (y de denuncias millonarias).

    Creo y espero que estas ideas enseguida se haran un pequeño hueco entre un público más general (menos friki)… lamentablemente por mi experiencia no conseguiran cambiar una maquinaria tan vieja como la del libro, nos darán buenos ratos.

    Un saludo

    Jorge Etchegoyen

  3. Una experiencia personal. Ando leyendo la saga de Canción de hielo y fuego, la conocí por la serie y me decidí a comprar los libros.
    Para empezar me dio por buscar en Amazon, bueno solo ediciones en ingles, pero.. buenos precios, 10$, 15$, 20$, todo tipo de soportes, bolsillo, tapa dura, ebook, segunda mano, bestial.
    Regreso al pasado. Como mi ingles no da para leer un libro, empiezo a buscar en español, Fnac, Casa del libro, edición de bolsillo por 14€, un poco pequeña, necesitare una lupa para poder leerlo, pero me resignare. “Edición agotada, en reimpresión en 1 mes” En bolsillo grande si estaba disponible pero “26 euracos”, también en tapa dura y demás a precios aun mas altos. No tengo ningún ereader, pero me lo leo en el portátil, pero edición en ebook ni esta ni se la espera. Al final me compre la de 26€, pensando que los siguientes me los compraba mas baratos.
    Acabo el primer libro, a por el segundo. Mi gozo en un poco, la edición barata de 14€ sin lupa de regalo agotada y plazo de entrega “2 MESES”. Me digo, hago un sacrificio y me lo vuelvo a comprar en bolsillo mas grande “30 euracos, Agotado y entrega en 1 mes”. “Ebook? Eso que es lo que es”
    Al final me he cansado y los he conseguido por internet.
    La verdad es que me ha sabido mal hacerlo, me parecen buenos libros y no me hubiera importado pagar por ellos, no mucho pero si pagar.
    Además, tengo las estanterías llenas de libros en papel, que me leí una vez y como mucho los ha leído otra vez mi mujer, pero que están criando polvo. Si tuviera ebooks, me ocuparían un pen drive o dos si quiero un backup.
    Es una lastima, pero no avanzamos y luego se quejan de la piratería.
    Perdón por el rollo.

  4. Puf, me parece completamente sangrante que sigan vendiendo cosas absurdas como por ejemplo los “libros electrónicos” en los que se pasan páginas igual que en un libro y que ni se puede hacer zoom ni se pueden ver de una manera cómoda.

    Lo peor de todo es que se está generando un mercado “no oficial” porque los del “mercado oficial” están más preocupados en adaptarse a lo que quieren sus clientes, al futuro y mantener el negocio que tienen desde hace años tal cual. Y si la cosa va mal, pues oye, que saquen el comodín de la piratería que vale para todo.

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