Del grupo Planeta, la ley Sinde y un profesor de literatura

Si me llegan a decir hace unos días que recibiría un aviso de mi compañía de hosting sobre una carta de violación del copyright en una de las web que alojo mi conclusión habría sido clara: mierda, por bajarme el primer episodio de la última temporada de Dexter he matado a millones de gatitos.

Sin embargo la carta, un auténtico clásico de Internet generada con el programa Attributor, hacía referencia a la web de mi padre, profesor de lengua y literatura en un instituto de Gijón. Concretamente el bot o ser humano computerizado indicaba en la carta después de perlas como esta:

I HEREBY DEMAND THAT YOU ACT EXPEDITIOUSLY TO REMOVE OR DISABLE ACCESS TO THE PAGE OR MATERIAL CLAIMED TO BE INFRINGING.

(donde las mayúsculas venían tal que así) que los datos concretos para considerar la infracción del copyright eran los siguientes:

*** INFRINGING PAGE OR MATERIAL ***

Infringing page/material that I demand be disabled or removed in consideration of the above:

Rights Holder: Grupo Planeta – Librerias

Original Work: Historia de una escalera
Infringing URL: http://eldominiodemipadre/…/Historia-de-una-escalera.doc

Así que vamos por partes, como las integrales:

1 – La web de mi padre es un blog sin ningún ánimo de lucro que usa para hacer más entretenidas, actuales y modernas las clases de lengua y literatura a sus alumnos de la ESO. Mi padre tomó esa decisión por voluntad por propia ya que en ningún momento el sistema educativo español premia a los profesores innovadores. Al contrario, lo más normal es que los penalice por salirse de sistemas de evaluación dieciochescos.

2 – “Historia de una escalera” es una obra de teatro escrita por Buero Vallejo y que era lectura obligatoria el curso pasado en la E.S.O.

3. En el documento titulado “Historia de una escalera.doc” mi padre ofrecía a sus alumnos unos apuntes generados a partir de diversas fuentes encontradas en Internet.

4. Estos apuntes no sólo están lo más alejados posible del hecho de reproducir la obra original sino que están mejorados y corregidos por mi padre, catedrático de lengua y literatura, el cual tuvo la fortuna de poder entrevistar al propio Buero Vallejo en Madrid hace unas décadas.

5. No existe ninguna infracción de derechos de autor. El contenido de ese documento Word o bien es original o bien es una obra derivada de webs que permiten obras derivadas como la Wikipedia. Insisto, en ningún momento se reproduce (¡ni cita!) la obra original de Buero Vallejo ni se pone a disposición pública.

6. Como curiosidad y sin saber los entresijos de los titulares de los derechos de autor del señor Vallejo, ya que este murió en el año 2000 recordaros que su obra no pasará al dominio público hasta como mínimo el 2070. Dicho de otro modo, una obra de lectura obligatoria en secundaria, aclamada, premiada y de referencia dentro de la literatura española que se publicó en 1947 no estará disponible de forma libre y gratuita hasta 123 años después de su publicación. Lo recuerdo porque este el concepto de promoción de la cultura y la lectura que se tiene en la sociedad actual.

En resumen: un programa que localiza infracciones de copyright en Internet de forma automática (independientemente de que sea una niña de 5 años poniendo en su blog un dibujo de Mikie Mouse o un mafioso ruso que blanquea dinero vendiendo screeners) entiende que como hay un .DOC con el nombre de un libro, el .DOC es el libro.

No hace falta descargar el .doc, ni revisarlo… sencillamente como tiene ese título se envía la amenaza de infracción de derechos. ¿Sorprendidos? Bueno hombre, es un programa informático ¿qué queréis?

Ley Sinde-Wert Time

Hasta aquí nada más que agradecer al grupo Planeta el descojone del que disfruté por teléfono con mi padre analizando la historia. No os preocupéis que hemos cambiado el título al .DOC para que no haya más confusiones y de paso configuraremos un robots.txt para que no nos volváis a hacer perder el tiempo.

Pero antes de irme queda una parte interesante: con la llamada Ley Sinde-Wert el ministerio de cultura podría haber ordenado el cierre del blog de mi padre.

¿Cómo?

¿Pero no hemos quedado en que no ha hecho nada ilegal?

Efectivamente, cualquier juez (en su sano juicio) no sólo diría que mi padre no ha infringido la Ley de Propiedad Intelectual sino que de llevarle el grupo Planeta a juicio con total seguridad acabarían pagando ellos las costas del mismo y con alguna que otra amonestación por mala fe.

Vuelvo a insistir una vez más: en ningún momento este profesor de literatura puso a disposición pública una obra con copyright.

¿Queda claro no?

Pues bien, como os explicamos detalladamente en este blog hace más de dos años y como gente del talento de David Bravo o Javier de la Cueva llevan repitiendo por todos los medios durante meses el objetivo de la Ley Sinde no es otro que cerrar páginas que “puedan” infringir la propiedad intelectual sin intervención judicial.

Muy brevemente, esta ley se hizo porque los jueces estaban declarando como legales todas las páginas de enlaces al eMule, Torrent, etc… ya que en la doctrina judicial española enlazar a un contenido protegido no es constitutivo de delito. Esto calentó los nervios de la industria de forma que (prefiero no saber cómo) convencieron al ministerio de Cultura de que aprobara una ley que relegara la figura del juez a una figura administrativa (no decisoria) en el proceso de cierre de una web.

Cuando se le pregunta a Sinde o a Wert por esta decisión, casi de forma automática, mencionan que el ministerio de Sanidad por ejemplo también tiene la posibilidad de cerrar web sin intervención judicial como una web pro-anorexia por ejemplo.

Ya querida Sinde-Wert, pero hay una diferencia considerable:

  • Si se llevara una web pro-anorexia a jucio, el juez decretaría su cierre por atentar contra la salud pública.
  • Si se llevara una web de enlace, el juez NO decretaría su cierre ya que no infringe la ley.
¿Entendéis la jugada no? Si no lo acabáis de creer (es duro lo sé, el poder ejecutivo invadiendo competencias del poder judicial, ¡¡qué será lo próximo!!) podéis leer esta escalofriante carta de David Bravo contanto como funciona en la práctica la maravillosa ley que aprobó el PSOE y que secundó el PP.

Volvamos a mi padre.

Su blog no es seriesyonkis precisamente. Pero eso no es relevante de cara a la ley Sinde-Wert. Lo relevante es que mi padre edita una página web que podría infringir los derechos de propiedad intelectual.
Efectivamente, como bien indica el verbo condicional si el .DOC realmente contuviera el libro para descarga, mi padre infringiría la ley pero no es el caso.
No importa el caso que sea, al grupo Planeta le vale con la posibilidad para acudir a la comisión y solicitar el cierre de la web. A partir de ahí mi padre dispondría de 48 horas para hacer alegaciones. Citaré textualmente a David Bravo:
Accedí a la web para enviar escritos y vi que en ella había un apartado específico para las alegaciones, así que las escribí y le di a “enviar”. Dos segundos de espera después, un sudor frío me recorre la espalda cuando leo un mensaje de error en el que me advierten de que no se ha podido realizar el envío. Mil veces lo intenté y mil veces salió el mismo mensaje.
[…]
Lo resumiré para no aburriros: al final tuve que usar dos ordenadores, uno para enviar escritos y otro para recibirlos. Como ven, de lo más optimizado todo. Eso sí, cuando mis clientes, todos con sus ocupaciones y escaso tiempo libre, dieron por imposible lo que efectivamente casi lo era y así se lo indicaron a la Comisión, esta les contestó que muy bien, pero que ellos seguirían enviando sus escritos únicamente por Internet y que allá ellos si no les llegaban.

De la comisión de propiedad intelectual por no saberse no se saben ni los miembros o miembras que la componen. Podría ser perfectamente el hermano del director del grupo Planeta. No lo sabemos.

Aunque nos juraron y perjuraron que la ley Sinde-Wert no haría que se cerrase ningún blog sino que iba orientada a cerrar páginas perfectamente legales de enlaces (me quedo muy tranquilo de que cierren sitios legales señoría) la realidad es que la ley puede ser utilizada para cerrar web legales que nada tengan que ver los P2P o el Ares.

La ley Sinde-Wert permite cerrar páginas por un malentendido. Y si no, al tiempo.

Esta ley es uno de los atropellos culturales más salvajes desde 1978. Y ya, ya sé que ahora tenemos mucho encima con el paro, los ERE, la Merkel, la corrupción, etc… como para preocuparse de estas pijadinas.

Pero estas pijadinas afectan a la educación y al respeto por la Cultura (con C mayúscula) de un país. Y unos ciudadanos cultos entienden mucho mejor qué pasa con el paro, con los ERE, con la Merkel y hasta a lo mejor son capaces de llegar al gobierno y no ser unos incompetentes a la hora de reducir el paro, contener la inflación o reformar el mercado de trabajo.

No me gustan los “packs” de protestas tipo 15M o 25S. Hay cosas con las que estoy de acuerdo y otras de las que estoy tan alejado que me cuesta adherirme a ellas. Pero cuando se aprobó la Ley Sinde salí a manifestarme con otros blogueros asturianos única y exclusivamente por su aprobación.

Con todos los datos e información en la mano era un atropello que no admitía ninguna discusión política.

Sólo 24 personas salimos a la calle.

Que tengáis un buen finde. Me voy a ver Dexter.

 

 

2 comentarios en «Del grupo Planeta, la ley Sinde y un profesor de literatura»

  1. Pingback: Bitacoras.com
  2. Historia la mar de entretenida y con una excelente moraleja. Como bien dices la comisión Sinde-Wert, podría haber cerrado el blog de tu padre… y lo mejor es que tal vez no hubiesemos sabido el motivo. Y lo peor es que todo es por tratar de mejorar un poquiro la educación de nuestros infantes… de locos.

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