En la educación por un uso seguro y responsable de Internet es habitual dejar a los videojuegos a un lado y centrarse en las redes sociales. Mala idea. Los videojuegos son cada vez más sociales y además suponen el primer contacto de la mayoría de niños con el teléfono móvil. Me ocurre a menudo que al acabar mis charlas siempre hay alguna pregunta sobre videojuegos y consolas, tanto por parte de los chavales como de sus padres por lo que desde hace un tiempo me apetecía recopilar algunos consejos prácticos para familias.
1) Los videojuegos ya no son un pasatiempo de frikis
La industria de los videojuegos genera más dinero que la industria del cine o de la música. pero a causa del elevado precio de los videojuegos respecto al cine da la sensación de que sigue siendo un sector más minoritario de lo que realmente es. Los videojuegos de hoy día están en todos lados, en todas las edades y en todas las plataformas.
2) Que un chaval juegue a videojuegos no tiene nada de malo
Parece una obviedad pero todos sabemos que cada cierto tiempo sale una noticia sobre “adicción a videojuegos” (más info sobre el tema) o sobre cómo un chaval que se lió a tiros en su instituto estaba obsesionado con tal o cual Call Of Duty. La mayoría de estos titulares buscan el sensacionalismo y la realidad es mucho más aburrida: los videojuegos forman parte del ocio digital de gran parte de la sociedad. Sorprendentemente “gran parte de la sociedad” incluye a personas cabales, sociópatas y hasta presidentas del Congreso de los Diputados.
Otra obviedad pero cuando uno lee cosas como “los videojuegos provocan obesidad” o “los videojuegos aumentan la agresividad” (también ayudan a niños con autismo ya que estamos) hay que recordar que lo importante no es tanto el tiempo que un niño esté jugando a videojuegos como que haga más cosas: deporte, lectura, salir con sus amigos, ver ficción… Si un chico no se levanta del sofá porque se pasa el día jugando y por lo tanto empeora su salud (física y mental) el problema no es ni del videojuego ni de la tela del sofá.
Un clásico sobre el tema
3) Los videojuegos son redes sociales
Al día de hoy, hasta el juego más infantil que te puedas imaginar te permite ponerte en contacto con otros jugadores. No depende de los gráficos. Juegos con aspecto pixelado como Minecraft o Roblox incorporan chats y sistemas de mensajería con otros usuarios. El componente social o multijugador ha devorado el formato de los videojuegos. Si te preocupa que tu hijo esté en contacto con desconocidos en Instagram o Whatsapp deberías también revisar con quién juega online.
Lejos de asustarnos debemos valorar que gracias a estas experiencias multijugador a lo mejor un niño que tiene problemas para socializar es capaz de hacer amigos en torno a una afición común online. Simplemente digo que hay que desterrar la idea de que el videojuego es una experiencia solitaria donde tenemos al niño callado jugando en el salón de casa.
4) Los videojuegos necesitan supervisión en las edades más tempranas
Derivado de lo anterior: a tu hijo de 9 años no le dejarás jugar con desconocidos sin echar un ojo ¿no? Pues del mismo modo estaría bien que supervisaras un poquito esas primeras partidas para principalmente:
- Identificar qué sistemas tiene el juego para comunicarse con otros jugadores
- Identificar qué sistemas tiene el juego para reportar/denunciar jugadores que no tengan un buen comportamiento
- Poner en común con tu hijo lo descubierto y planificar qué tiene que hacer si un día alguien le molesta en el juego o se encuentra con algo desagradable.
Cuanto antes se hagan estas tres cosas mejor. Es mucho más recomendable sacar un hueco un día para sentarse mano a mano con él y descubrir un juego juntos que hacerlo a modo de “apaganiños” (creo que el término es de Enrique Dans) cuando se ponga pesado en plan “me bajo esto rápido en mi móvil y se lo doy para que me deje tranquilo”.
Sí, soy padre. Sí, sé que a veces los peques agotan pero precisamente si quieres disfrutar de ratos para ti mientras tu niño juega a su aire ¿no disfrutarás más si sabes a qué está jugando y que si tiene algún problema te lo dirá?
5) Si no entiendes un juego deja que tu hijo te lo explique. Muestra interés.
Que no tengas ni idea de qué es un mod, campear o ser un noob no puede ser un obstáculo para que te intereses por estos temas. En el punto 5 hablaba de “descubrir juntos” que es lo mejor que se puede hacer. Si tienes mucho miedo de tu desconocimiento deja que tu hijo te explique qué es lo que le gusta de ese juego, pregunta lo que no entiendas y muestra interés.
El interés por las aficiones de tu hijo tiene un efecto muy poderoso: te contará lo bueno que le pase en el juego pero también lo malo. Si el videojuego es siempre motivo de conflicto en casa y un día una persona le acosa a través de un juego, gasta dinero por error o se equivoca no dirá ni pío y el problema se agravará.
Ojo, no estoy hablando de que seas el padre o la madre colega ni de que todo valga. Que muestres interés por las aficiones de tu hijo no es incompatible con que establezcas horarios, normas y espacios.
De paso. Sí, cuando tu hijo está dándole a un juego lo desconectas de golpe o si se acabó la hora de jugar y por eso pierde una partida se enrabietará de primeras y luego se le pasará. No es un síndrome de abstinencia, es un niño. Nada nuevo en el horizonte.
6) Si necesitas más información sobre un juego visita las páginas oficiales
Las compañías que desarrollan las consolas y los videojuegos más populares son empresas con responsabilidades legales como cualquier otra y en sus sitios web oficiales ofrecen soporte para la mayoría de los problemas además de formas de contacto.
Recientemente una madre me preguntaba en una charla por un problema que su hija de 10 años había tenido con la consola Nintendo DS donde había hecho un pago por error. Mi sugerencia fue que buscara el soporte de Nintendo para padres con algo tan simple como esto:
Por si os da pereza buscar:
- Guía Nintendo para padres
- Playstation: una guía para padres [inglés]
- XBOX One: seguridad familiar
- Steam: modo familiar
Para aquellos juegos que son muy populares entre los más pequeños de la casa suele haber sección específica para padres en sus web oficiales. Normalmente los enlaces a estas secciones aparecen en el pie de las páginas:
Puedes ver como ejemplo estas web:
- Clash of Clans y Clash Royale: info para padres [español]
- Roblox: info para padres [inglés]
- Minecraft: Un guía para padres [en inglés y no oficial pero indispensable]
Para problemas con juegos más adolescentes aunque no haya sección para padres suele haber en las web de las empresas desarrolladoras sección de soporte y contacto técnico. Insisto, una búsqueda en Google te puede sorprender pero en lugar de “ayuda NOMBREJUEGO” mejor pon “NOMBREJUEGO soporte técnico”.
7) Si tu hijo es menor de 14 años tómate en serio la creación de su cuenta en los juegos y consolas
Según la Ley de Protección de Datos una empresa no puede tratar datos de menores de 14 sin consentimiento de sus padres por lo que la mayoría de los juegos (y redes sociales) te preguntan la fecha de nacimiento en el proceso de registro. Que el niño mienta en ese momento aparte de ser poco educativo puede dificultar la resolución de problemas.
Si al niño le roban la cuenta, si tiene un problema con pagos o si le están acosando a la hora de reclamar o recuperar la cuenta es fundamental que los datos para crearla coincidan con los de una persona física.
Ejemplo: los reyes le traen una PlayStation a tu hijo de 13 años. La abre, se conecta a la red y se crea una cuenta en PSN (el servicio para jugar online con otra gente). Pone unos datos de mentira para pasar rápido el proceso y ponerse a jugar lo antes posible. Más adelante necesita pagar una suscripción anual de 50€ para jugar con sus amigos y te pide que le eches un cable con tu tarjeta de débito o PayPal.
¿Asociarías ese método de pago a una cuenta que no sólo no está a tu nombre sino que tiene datos falsos?
Dedica un rato a sentarte con tu hijo, a crear la cuenta, a cotillear las opciones de la plataforma y luego los dos podréis estar más tranquilos.
8) Descargar juegos a través de sistemas oficiales
Sin entrar en consideraciones legales el problema de descargar videojuegos a través de torrents, descarga directa o tiendas no oficiales (en el caso de apps) es de seguridad. A veces son los propios juegos los que vienen con código malicioso que puede acabar infectando todo el teléfono móvil a veces son las páginas que los ofrecen las que tienen decenas de banners publicitarios peligrosos. Entiendo que como adolescente uno no puede permitirse tener todos los juegos de moda y en su día bien que me pegué con cracks, generadores de números de serie y similares pero también es verdad que en su día no tenía cosas como Steam o el Humble Bundle.
Dado que la mayoría de las versiones piratas son para el ordenador (las consolas son sistemas mucho más cerrados) no está de más que conozcas Steam, la mayor tienda de juegos para ordenador con unas ofertas brutales cada dos por tres que hacen que correr el riesgo de adquirir un juego por canales no oficiales cada vez compense menos. En la misma línea el proyecto Humble Bundle lleva varios años triunfando por todo lo alto. No, en él no te vas a encontrar el último gran juego de moda pero quizás valga también para enseñarle a tu hijo que hay muchos tipos de videojuegos distintos. Y lo hay para apps también.
9) Infórmate sobre el juego antes de comprarlo
El código PEGI da a las familias una idea del tipo de contenido que contiene el juego y de la edad recomendada para jugarlo. Todos los juegos llevan incorporada información PEGI en algún lugar de su carátula o sitio web.
El código PEGI NO está escrito en piedra y en ocasiones es discutible por lo que si tu hijo especialmente pequeño y tienes dudas siempre puedes ver un gameplay (fragmentos de alguna partida) en YouTube. En general lo del PEGI lo digo más por proteger al menor de contenidos desagradables que por censurar. En ningún momento pienso que por jugar a un videojuego donde se ven drogas el chaval vaya a salir a la calle a fumar porros pero sí que pienso que si un crío de 10 años se me pone a jugar al Outlast a lo mejor lo pasa podrido.
10) Controla las compras online
En el ámbito móvil la gran mayoría de los juegos tienen compras in-app. Imagina un juego de cuidar mascotas virtuales; lo descargas gratis pero si quieres ponerle un lazo rosa a tu perro tienes que pagar comprar créditos en la tienda de aplicaciones con dinero de verdad. Para evitar cargos por sorpresa en la tarjeta que tengas asociada a Google te recomiendo que revises el artículo Cómo configurar el control parental en Google Play. Lo mismo para iPad/iPhone
En el caso de las consolas también hay compras dentro de los juegos además de DLCs (añadidos que se hacen a los juegos como nuevas misiones), pases de temporada (permiten adquirir varios DLC de golpe) y suscripciones que permiten comprar online. Afortunadamente las consolas también tienen filtros de control parental en este sentido. En general no soy partidario de usar este tipo de filtros pero en las consolas para evitar pagos por error y con la idea de darle más independencia al niño creo que pueden ser interesantes.
Más info en los siguientes enlaces:
- Impedir compras no autorizadas en XBOX One
- Control parental en PlayStation 4
- Control parental en Nintendo3DS (en la web de Nintendo se puede encontrar para otras consolas de la marca)
En este mismo apartado aprovecho para recordar que el póker, la ruleta o las apuestas deportivas lógicamente no entran dentro de este post. El acceso a los mismo está restringido a mayores de 18 años. Si tienes la sensación de que tu hijo está palmando pasta en alguno de estos juegos de azar habladlo y si hay un problema grave acude a un profesional.
11) ¿Tu hijo quiere grabarse jugando? Hablemos
Es una de las preguntas estrella de los últimos años: mi hijo quiere grabarse sus partidas y luego ponerlas en YouTube y-yo-no-entiendo-nada.
A ver, a los chavales (y a mí qué narices) a veces les gusta ver a otras personas jugando a videojuegos ¿qué tiene de raro? Aprendes trucos, estrategias o sencillamente pasas el rato viendo algo que te gusta. Esta tendencia ha dado en la aparición de servicios como Twitch o el Gaming de YouTube (aún arrancando) que permiten retransmitir partidas en directo e incluso ganar dinero con publicidad, suscripciones y otros recursos. A las personas que retrasmiten sus partidas en estos canales se les conoce como streamers.
Es importante hacer esa separación entre vídeo en directo (Twitch) y vídeo en diferido (YouTube). El vídeo en directo me parece más arriesgado porque es difícil controlar lo que emites directamente desde el salón de tu casa y gracias a r/livestreamfail podemos ver decenas de marrones que los pobres chavales se comen a tiempo real como este crío al que su madre pone en un aprieto:
Si el chaval no es lo suficientemente maduro a gusto del padre. Creo que el vídeo en directo con muchísimo cuidado y en mi opinión mejor sólo la pantalla del juego y sin voces de los jugadores ni datos personales de ningún tipo.
Para los vídeos de en diferido hay más edición por lo que sencillamente habrá que supervisar un poco los contenidos que se suben. Más o menos dependiendo de la edad y buscando el equilibrio entre valorar una actividad creativa que el niño quiere desarrollar por iniciativa propia y que se exponga en exceso.
13) Juega con tu hijo
Es quizá el mejor consejo ya que con él te darás cuenta de todos los problemas derivados de no hacer caso a los anteriores. ¿No veis la tele juntos de vez en cuando? ¿No le leías cuentos cuando era más pequeño? Pues ha llegado el momento de sentarse mano a mano y en la consola, el móvil o el ordenador disfrutar de un poco de juego en familia. Si tu chaval es pequeño estoy convencido de que le encantará la idea. Si ya es un adolescente será más reacio pero pídele una recomendación para probar tú algún juego y así al menos rompe el hielo.
Y ten cuidado que a lo mejor acabas tú viciando más horas que él…
… ¿verdad papá? ;-)
¡Muy grande como siempre!
Y yo, por tratar de controlar eso de las redes sociales de los juegos, con el Clash Royale, voy y me abro una cuenta, para así crear un clan con los niños de la clase de mi hijo y no dejar que entre nadie ajeno (padre obsesivo). Así también veo lo que escriben en el chat. Eso sí, a cambio tengo más “vicio” con el jueguecito que él.
Realmente muy interesante. El enfoque en general del blog es muy sensato. Una pregunta en todo caso más filosófica y que preocupa es la global sobre “a qué edad empezar con cada cosa”. Hay cosas de sentido común relativas al uso de rrss o smartphone (retrasar a 12-14 años), pero en temas de juegos la pregunta sobre edad es más compleja porque parecen más amplios los márgenes (empezar con 3 años o con 12?). La sensación como padre es que el problema no está en los juegos o contenidos sino en el atractivo de la pantalla: si le das al chaval el iPad no lo soltará, si no se lo das jugará a otros juegos. Tienes algo sobre esa cuestión?
Hola Andreu. Gracias por participar. Personalmente siempre me verás defendiendo un acceso temprano a la tecnología en parte porque estudios que he leído lo asocian a una mayor competencia digital y en consecuencia a una mayor capacidad para resolver problemas como acoso online, estafas, pensamiento crítico, etc… Pero también me coloco en esa posición porque personalmente fui un niño que siempre estuvo en contacto con la tecnología y con los videojuegos y creo que salió bastante normal (creo) pero claramente lo complementaba con leer mucho, jugar al baloncesto, tocar la guitarra, salir con los amigos, etc…
Como esta es mi postura te enlazo opiniones algo más prudentes que no te negaré que hay debate sobre el tema:
Respecto a edades y exposición a pantallas esta es la nota de prensa de la Asociación Española de Pediatría http://www.aeped.es/sites/default/files/23-03-16._nota_de_prensa._especial_en_familia.pdf
En una línea de prudencia se expresa también Alberto Soler que es un tipo que me parece que habla con bastante sensatez
http://www.albertosoler.es/los-ninos-y-la-exposicion-a-television-moviles-y-tablets-que-dice-la-ciencia/
Pienso que hoy en día, los videojuegos es el único entretenimiento para los niños y esto no debería ser así. Deberían leer más libros, que aunque no sea de forma física, pueden hacerlo a través de un eBook. Cada día, nuestros jóvenes están perdiendo más el gusto por la lectura.