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Hardware y accesoriosMac

Formatear una memoria USB en Mac OS X

By febrero 18, 20099 Comments

Una de las mejores cosas de ir convirtiendo a usuarios de Windows al lado oscuro es que te das cuenta de la cantidad de cosas que son realmente geniales en Mac pero también de las que no lo son tanto y que plantean dudas por no ser nada intuitivas. En esta línea hace poco me comentaban un problema con un pendrive USB, se trataba de un dispositivo de 128 MB, al abrirlo decía no tener ningún contenido pero al intentar meterle un archivo (bastante menor de la capacidad de 128 MB) el sistema avisaba de que el disco estaba lleno.

Solución

Salvo casos extremos nos encontramos ante un problema de software y no de hardware, es decir, el dispositivo como tal seguramente se encuentre en perfecto estado físico pero necesita una limpieza lógica. Así que al grano, ¿cómo borrar una memoria USB (o disco duro en general) en Mac OS X?,

  • Arrancamos la «Utilidad de discos» que encontramos en «Aplicaciones/Utilidades» o a través de Spotlight.
  • Seleccionamos la unidad en cuestión.
  • Vamos a la pestaña «Borrar» y le atizamos con el formato «MS-DOS (FAT)» que es el que hará que el pendrive sea compatible con Windows.

Captura de pantalla de la Utilidad de discos borrando el contenido de un pendrive que se ha quedado tonto

¿Por qué pasa esto y cómo evitarlo?

Ahora que ya lo hemos solucionado no está de más tratar de averiguar los motivos que llevan a un pendrive a «perder» parte de su capacidad.

La causa número uno es la expulsión incorrecta, en todos los sistemas operativos disponemos de un procedimiento para expulsar los dispositivos de almacenamiento externos. En Mac OS X la expulsión se realiza arrastrando la unidad a la papelera, pulsando su flechita en el Finder o con el atajo ⌘E.

Captura de pantalla de Mac OS X expulsando un pendrive debidamente

Pese a las facilidades mucha gente simplemente tira del pendrive físicamente y lo cierto es que es un grave error. Los procedimientos de expulsión no son una formalidad sin sentido sino un paso vital para indicarle al sistema que escriba en el pendrive todos los datos que haya ido dejando pospuestos, cierre los posibles conectores de lectura y deje la unidad en un estado estable para su extracción. Además nos avisará si algún proceso está haciendo uso de la unidad para que lo gestionemos primero.

La segunda causa para que una memoria USB haga aguas es dejarse contenidos en la papelera sin vaciar. Las papeleras de los sistemas no son magia, son sólo una forma de llamar a una carpeta («.Trashes» se llama en Mac OS X) en la que el sistema deja las cosas que «eliminamos» antes de que se lleguen a eliminar de verdad, pero claro, si los datos están para ser recuperados es que están ocupando. Mac OS X mantiene papeleras independientes por cada unidad de modo que si expulsamos una unidad con datos en la papelera dicha carpeta oculta se queda en el pendrive. En muchas ocasiones danzar con el pendrive entre distintos sistemas y lidiar con antivirus que analizan aquí y allá terminan por hacer el resto. Al final nos encontramos que cuando volvemos a nuestro Mac la que era la carpeta de la papelera ya no es reconocida por el sistema y se pierde en los infiernos de las carpetas ocultas, los «Thumbs.db», los «.DS_Store» y demás soluciones elegantes de nuestros amigos.

Supongo que antes o después actualizarán Mac OS X para que si detecta que no tenemos archivos visibles y tratamos de meter más datos nos alerte de que este podría ser el problema y nos proponga borrarlo automáticamente, pero mientras llegan las soluciones ya sabéis lo que toca.

    9 Comments

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