Arrastrar y soltar iconos en Mac OS X

Una de las facetas más potentes de Mac OS X y que generalmente pasan por alto los recién llegados al sistema son las amplias posibilidades que ofrece para realizar acciones rutinarias con simples acciones de ratón de arrastrar y soltar iconos.

Arrastrar al Dock

Si queremos que una aplicación, carpeta o fichero se quede fija en nuestro Dock para tenerla siempre a mano sólo tenemos que arrastrar el icono sobre el propio Dock entre dos iconos ya existentes y soltar cuando le “hagan hueco” al nuevo icono. Para eliminar haremos lo mismo pero hacia afuera, arrastrar el icono desde el Dock y soltarlo fuera (una vergonzosa nube nos indicará que lo hemos hecho bien).

Arrastrar a una aplicación del Dock

Asimismo si queremos abrir un documento con una aplicación concreta no tenemos más que arrastrar ese documento al icono de la aplicación presente en el Dock y soltarla sobre él. En el momento de arrastrar el color del icono de la aplicación se oscurecerá en el caso de que pueda abrir lo que le estamos arrastrando, este sencillo mecanismo de programación defensiva nos evita, por ejemplo, intentar arrastrar un archivo musical a un procesador de textos que no sabría que hacer con él.

Arrastrar entre carpetas

Si arrastramos iconos entre carpetas del mismo disco el sistema las moverá del origen al destino. Si lo hacemos entre discos diferentes (por ejemplo, de nuestro escritorio al interior de un pendrive de memoria USB) lo que haremos es copiar esas carpetas o archivos en lugar de moverlos, de hecho el cursor del ratón cambia a un círculo verde con un signo más. Pero si queremos copiar carpetas o archivos dentro de un mismo disco también podemos hacerlo directamente con el ratón, para ello arrastramos hacia el destino y pulsamos Alt, cuando el cursor cambie al círculo verde podremos soltar con tranquilidad y el sistema copiará las carpetas o archivos del origen.

Arrastrar, esperar, soltar

Otra cosa muy cómoda es que para mover o copiar archivos o carpetas a lo ancho del sistema no necesitamos tener abiertas y visibles las carpetas de origen y destino. Si mientras estamos arrastrando una carpeta nos paramos unos instantes sobre el icono de otra carpeta (incluso si se encuentra en el escritorio) ésta se abrirá mostrando su contenido, si nos detenemos sobre otra carpeta se repetirá el proceso y así, sin soltar, podremos recorrer todo nuestro árbol de directorios hasta llegar al destino en el que queremos mover o copiar lo que estamos arrastrando. Una vez lo soltemos, todas esas carpetas que se nos han ido abriendo se cerrarán de golpe.

Arrastrar desde un documento abierto

En ocasiones abrimos un documento desde Spotlight o llevamos mucho tiempo trabajando con él y una vez abierto no tenemos muy claro donde se encuentra y resulta que lo queremos mover o copiar; pues bien, desde la barra de nombre de la ventana podemos pulsar sobre el iconito del documento y empezar a arrastrarlo exactamente igual que si lo hubiéramos pinchado desde su ubicación real.

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