Consejos de supervivencia para el etiquetado social

Tira de XKCD

Parte 1: el por qué

Vistas algunas aplicaciones modernísimas como Any.Do o Potluck me he puesto a pensar la caída y consiguiente hostia contra el suelo de las etiquetas como sistema para organizar la información en la red. Algunos sitios ya ni te dejan usarlas y yo mismo, en apagayenciende.net opté por un sistema de categorías. De hecho parece que el único lugar en el que aún pueden crecer las etiquetas es en ese posicionamiento que Google dice que ya no funciona pero que luego copa sus resultados de voy a repetir tal y cual palabra por activa y por pasiva (Keyword Density que no me digáis que no suena molón).

Pues la keyword density de los becarios de posicionamiento de tal o cual medio genera como bien sabréis cosas así:

Etiquetas WTF

Sólo falta gratis y sexo y ya estamos en 1996. Es un absurdo que en una noticia sobre cómo Cristiano Ronaldo le parte la muñeca a un niño se ponga como etiqueta relacionada “rompe”. En algún momento de la historia se buscó que este trabajo fuera una forma de agrupar contenido similar para que los visitantes pudieran seguir navegando según sus intereses, fabricar nubes de etiquetas que indicaran cuáles son los temas candentes o de lo que más se habla en una web y e indirectamente eliminar el esfuerzo que supone clasificar los contenidos en categorías (con las consiguientes dudas sobre jerarquía y exclusión).

Las “tags” ya sólo se usan para Google o para los trending topics, no para la gente. Porque en el origen conquistaron nuestra vagancia devorando las aburrídisimas y tan 1.0 categorías pero a medio plazo descubrimos que un buen etiquetado social conlleva más trabajo si cabe que una clasificación por categorías excluyentes.

Y nuestra vagancia no conoce límites. En el mundo del streaming, del scroll infinito y de San Google no necesitamos almacenar ni recordar nada. O se borra o ya se ocupa otro de guardárnoslo y de dárnoslo cuando se lo pidamos.

Sin embargo creo que hay que educar en la clasificación de la información. Ya sé que cada vez más, Internet se apoya en buscadores y contenidos recomendados a partir de tus intereses. Un Internet donde las nubes de tags son taaaaaaan 2.0 ¿tiene sentido seguir poniendo etiquetas a las cosas?

Claro que sí. Las etiquetas dan contexto (¿nos obsesionamos con los hashtags y luego queremos matar a las tags a secas?), las etiquetas bien usadas efectivamente facilitan el trabajo a buscadores y sobre todo facilitan la recuperación, palabra mucho más sosa que encontrabilidad pero que puedes pronunciar sin temor a quedar como un gilipollas.

Google no siempre te entiende y no estaría de más que todas esas cosas tan interesantes que vas encontrando por la red las fueras guardando en algún lugar cono Evernote, Pinboard o Delicious. Para documentarte en el futuro, para preparar una ponencia, para rebatir un argumento, para ver como era la historia antes. Porque no todo caduca, no todo es lo que está pasando.

Ahora que se habla tanto de Big Data, o al menos de su acepción como análisis de datos a nivel macro por corporaciones con fines grises quizás deberíamos pensar la responsabilidad que tenemos como sociedad en la que no se enseña ni hay interés en enseñar a las personas a clasificar la información que consumen y que depositan en la red.

Si no sabes tratar tus propios datos no te preocupes, otros lo harán y verás lo bien que les sale la jugada.

Parte 2: sabes que lo estás haciendo mal

El etiquetado de la información es un infierno. A fin de cuentas ser documentalista es un trabajo, biblioteconomía una carrera y como todos las dedicaciones similares sería una falta de respeto por mi parte contaros en cuatro párrafos un método infalible para que organicéis la información en Internet.

De hecho si quisiera hacerlo (faltar al respeto a los documentalistas o descojonarme en vuestra cara) sacaría un proyecto de crowdfunding de 3000 pavos para escribir un libro de 90 paginucas con un título del calibre de “Jerarquía en tu vida digital” que luciera mucho en tu mesilla de noche y te generara más ansiedad que paz interior.

Por el contrario prefiero ser honesto: la mayor mierda derivada de etiquetar contenido en la red (sean tareas, fotos o enlaces favoritos) es que uno no encuentra las cosas del mismo modo con el paso del tiempo.

En 2007 un post sobre Twitter se podría haber guardado con las etiquetas “web 2.0” “redes sociales”. Como para recuperarlo al día de hoy cuando web 2.0 es algo añejo, las redes sociales generan más tráfico que el porno en la red y “twitter” es una categoría por sí misma.

La variación en el significado de las etiquetas a lo largo del tiempo es algo complicado pero en el mundillo tecnológico más. Pero lo bueno de las etiquetas es que hay varias, malo será que no acertases con ninguna. A parte siempre estarán los buscadores para ayudarte (que no para sustituirte).

Hecha esta salvedad, el resto de problemas relacionados con el llamado “tagging” son fruto de una falta de consistencia en tu forma de almacenar la información.

¿Tienes más etiquetas que elementos guardados? ¿Etiquetas repetidas? ¿Nubes de tags más ridículas que Softonic? Falta de consistencia. Pero no pasa nada hombre, vamos a intentar echarte un cable por si no te puedes pagar los estudios de documentalista.

Parte 3: el método

O debería decir mi método. Que seguro que hay muchos más y encantado de escucharlos. Lo bueno del mío es que:

  • Es sencillo
  • Es fácil ser consistente con él
  • Es aplicable en la mayoría de servicios web 2.0
  • No es mío

Esto último lo digo porque gran parte de él lo aprendí del avispado Daniel Primo, un tipo muy sensato que mantenía su Delicious como una patena.

La clave es la siguiente: usar símbolos antes de la palabra clave o etiqueta. Los símbolos otorgan a la palabra un significado distinto según el que se use.

Con símbolos me refiero a ! # @ + etc…

¿A que te suena? ¿A que en Twitter no es lo mismo escribir

voy a ver a blogoff en la red 140

que

voy a ver a @blogoff en #lared140

Efectivamente cada vez más sitios usan los símbolos para transformar palabras en elementos interactivos pero no quiero correr tanto. Empecemos con un problema básico del etiquetado: no es lo mismo un blog que hable de libros (1) que un libro que hable de blogs (2).

¿Cierto? ¿Cómo etiquetarías el primero? Probablemente como blog, libros, literatura

¿Y la página del segundo en Amazon? Probablemente como libro, blogs.

Dos enlaces y ya tenemos 5 etiquetas: blog, blogs, libro, libros y literatura. Un cristo porque en el futuro cuando guardemos algo parecido ¿en qué cajón lo metemos?

Pero ahora imaginemos que utilizamos las palabras sin ningún signo para explicar de qué trata ese enlace y las palabras precedidas de un punto para explicar qué es ese enlace.

En este caso el etiquetado sería algo distinto:

(1) .blog , literatura

(2) .libro, blogs

Seguimos teniendo cuatro etiquetas pero ahora cobran un nuevo sentido. Ahora empieza a abrirse una ventana para recuperar la información de un modo distinto.

Antes de seguir con signos algunos preguntas que tienes que responder para afinar tu etiquetado.

  • ¿Plurales o singulares?
  • ¿Inglés o castellano?
  • ¿Espacios, guiones bajos o guiones altos?
  • ¿Mayúsculas o todo en minúsculas?

Aquí creo que cada uno como más guste pero de forma consistente en el tiempo. Personalmente opto por plurales en las palabras sin signo delante (las cosas que guardo tratan sobre juegos, libros o estadísticas) y singulares por ejemplo con los puntos (guardo un libro, un juego, una estadísticas….).

De todos modos siempre tendrás fallos que se solventarán fácilmente unificando etiquetas que acaban apareciendo en los números gramaticales. Creo que la clave es hacerte preguntas cuando etiquetas y responderlas.

¿De qué trata? De música, adolescentes y moda.

¿Qué es? Un .blog , una .imagen , una .estadística

Os añado algunas más que tengo por costumbre utilizar

¿Para qué lo guardo?

Esta por ejemplo la utilizo para guardar películas, libros o discos etiquetando respectivamente como @tv, @leer y @escuchar. ¿Una tarde aburrida en casa? Simplemente un paseo por esas etiquetas y ya tengo algo que hacer.

También lo doy uso para el blog en forma de @post. Si me faltan ideas para un artículo siempre puedo revisar la etiqueta @post y ver qué enlaces pensé que podrían inspirar algún artículo para Blogoff

¿Para quién lo guardo?

Puede que estemos guardando un regalo para alguien, o una noticia que pensamos que resultará útil para un amigo. Simplemente coloca otro símbolo delante con su nombre. Esto por ejemplo lo utilizaba en mi trabajo para recomendar enlaces a mis compañeros.

Y quedan muchos más símbolos en el teclado para que crees tus propios significados. En el post que escribí sobre la paradoja de la leche y el etiquetado en tareas puedes ver muchos ejemplos en esta línea.

Parte 4: poniéndolo en práctica

Evernote, Delicious y Pinboard (y en menor medida quizás Instapaper y Pocket por su carácter temporal) son los tres grandes almacenes de información personal en Internet a 2013. Personalmente uso Evernote y Pinboard.

Un uso reciente que le estoy dando a Evernote es como recetario. Capturo con el programa recetas según voy navegando por la web y utilizo los ingredientes como etiquetas precedidas de “-” y el tipo de plato precedido de “+” (por ejemplo -pasas -nueces -queso_fresco +ensaladas) ¿la ventaja? Que luego encontrar una receta buscando por los ingredientes que tengo en la nevera es una auténtica gozada.

Respecto a Pinboard, que ahí sigue con su diseño estoico funcionando igual que el primer día, poco hay que decir más allá de que es un proyecto que se agradece. Se paga de una vez, es superestable y te ofrece esa sensación cada vez más extraña de que siempre que lo desees te podrás llevar los datos que allí tengas a otro sitio.

Simplemente comentaros alguna opción interesante de Pinboard. Aparte de ofrecer RSS de tus favoritos para los nostálgicos, en lo que se refiere a las etiquetas accesibles desde manage en el lateral:

Me encanta la opción de filtrar por etiquetas usadas sólo una vez ya que por definición no deberían existir. Se supone que cuando una etiqueta como “socialmedia” engloba muchas cosas se fragmenta en otras más pequeñas que incluyen cada una varios enlaces como “facebook”, “twitter”, etc… pero tendemos por vagancia a poner las primeras palabras que nos vienen a la mente generando “ruido” en el etiquetado. Date una vuelta de vez en cuando por ahí y limpia los enlaces de etiquetas que sólo has usado una vez.

Por último recordarte la existencia de IFTTT donde si eres disciplinado guardando tus enlaces podrás hacer auténticas virguerías (yo que sé, todo lo que marque como favorito en twitter me lo copias en Pinboard como .tweet o todo lo que guarde en Pinboard como @twitter me lo publicas en Twitter).

 

 

2 comentarios en «Consejos de supervivencia para el etiquetado social»

  1. Pingback: Bitacoras.com
  2. Poco más se puede añadir ;))
    Salvo pensar cómo te etiqueto ? lecturas_blogs ? blogs_imprescindibles ? ponente #lared140 ? jajaja un abrazo

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