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Gracias a @fesja descubro hoy un espeluznante estudio firmado y entregado por entre otros autores Adam D. I. Kramer parte del  Core Data Science Team de Facebook, departamento que no sabía ni que existía y cuyo nombre pone los pelos como escarpias.

El estudio trataba de demostrar si las emociones positivas y negativas se contagian a través de una red social del mismo modo que en la vida real. Para llevar a cabo el estudio, en 2012 los autores manipularon el «News feed» o página de inicio de Facebook de forma que determinados usuarios estaban expuestos a más historias con tono negativo mientras que otro grupo disfrutaba de temas positivos. Los resultados:

We show, via a massive (N = 689,003) experiment on Facebook, that emotional states can be transferred to others via emotional contagion, leading people to experience the same emotions without their awareness. We provide experimental evidence that emotional contagion occurs without direct interaction between people (exposure to a friend expressing an emotion is sufficient), and in the complete absence of nonverbal cues.

El contagio se producía y aquellas personas expuestas a unas emociones concretas eran más propensas a escribir positiva o negativamente en función del grupo al que pertenecían. Más allá de las conclusiones que harán las delicias de cualquier community manager, este estudio es uno de los mejores ejemplos del modo «Gran Hermano» de Facebook. No hace falta exagerar, la noticia en sí misma demuestra no sólo el poder de Facebook para hacer estudios sociológicos sino el poder de Facebook para controlar la información y en consecuencia las emociones de sus usuarios.

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Si la historia te parece poco ética, ilegal o te genera angustia (nah, los dos sabemos que probablemente te la pinfle) no te preocupes que todo está en las condiciones de uso de Facebook. Concretamente en la sección qué hacemos con tu información:

… para operaciones internas, incluidos la solución de problemas, el análisis de datos, la investigación, el desarrollo y la mejora del servicio

Dentro del estudio hay un párrafo que me llamó especialmente la atención:

It is important to note that this content was always available by viewing a friend’s content directly by going to that friend’s “wall” or “timeline,” rather than via the News Feed. Further, the omitted content may have appeared on prior or subsequent views of the News Feed. Finally, the experiment did not affect any direct messages sent from one user to another.

El poder del News Feed y el algoritmo de selección de noticias de Facebook es tremendo. De verdad que me encantaría saber cuántas personas reorganizan las historias por «muéstrame las últimas en lugar de las más populares» o van al perfil de un amigo porque «misteriosamente» hace tiempo que no sale nada suyo en su página de inicio.

Hay que recordar que por ejemplo dentro de las páginas de fans, las actualizaciones se muestran sólo a un porcentaje de los seguidores a no ser que pagues/promociones. Este porcentaje originalmente estaba en el 16% pero cada vez hay más estudios reseñando su caída.

Será que hoy estoy de cumpleaños y me siento endemoniadamente viejo pero recuerdo el auge de los lectores RSS donde seleccionabas las web que te interesaban y cuentas personales que te apetecía leer y eras tú el que mandaba. Ahora ni mandan los que publican (tienen que pagar y no todos pueden pagar) ni mandan los que leen porque un algoritmo es el que decide lo que es interesante para ti.

Este estudio demuestra el poder de ese algoritmo para alterar la percepción de las personas del mismo modo que las búsquedas de Google generan cada vez más cámaras de eco donde uno encuentra sólo aquello con lo que se siente cómplice.

Los algoritmos que supuestamente evitan la infoxicación son nuevos códigos genéticos ¿cuánto dinero cuesta manipularlos?

 

Juan García

Divulgador tecnológico y formador. Creo en la tecnología como herramienta para formar ciudadanos más libres y felices. + Sobre mí en http://about.me/juangarciaalvarezdetoledo

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