¿Es la mensajería instantánea el futuro de TODA la comunicación?

Esta mañana pasé un rato leyendo este trabajadísimo artículo de Wired sobre el futuro de los interrogatorios policiales. El artículo ya está etiquetado como #longread así que debería darte una idea de que no va a ser algo ligero para consultar esperando al autobús: por mucho que me gustara lo que estaba leyendo me costaba pasar al siguiente párrafo. Creo que el modo en el que consumimos información hace que las lecturas largas cada vez nos cuesten más. En la era del trending topic y el clickbait las lecturas largas y reposadas en la red empiezan a ser un lujo.

Las apps de mensajería instantánea han fagocitado la comunicación interpersonal de unos años a esta parte poniendo en jaque plataformas como el correo electrónico. Incluso a nivel laboral donde he perdido la cuenta de las veces que un cliente me dice “lo vemos por Whatsapp que me resulta más cómodo” aunque el e-mail pueda ser más eficiente. La guardería de mi hijo me avisa por Whatsapp de cómo va la mañana, un cliente me envía unas fotos para su campaña de Facebook a través del mismo medio y aplicaciones como Telegram pasan de ser simplemente “apps para enviar mensajes gratis” a canales de distribución de noticias.

Los avances en la comunicación lejos de abrir nuevas vías hacen más profundo el agujero con apps como Slack para la comunicación empresarial o con la reciente explosión de Snapchat. Nos estamos acostumbrando tanto a “conversar” y a interactuar con la información que consultarla de forma pasiva en un medio de comunicación se hace cada vez más raro.

La reflexión viene a cuenta de la app que han sacado en Quartz para mantener informados a sus lectores. La app tira por tierra cualquier convención sobre lo que debe ser un app de un medio de comunicación que hasta la fecha no eran más que versiones responsive del sitio web. En esta app los titulares de las noticias se entregan en forma de mensajería instantánea al usuario. Éste puede reaccionar con dos botones, uno de los cuales (generalmente un emoji) le permitirá ampliar información sobre la noticia con el mismo diseño conversacional y el otro pasar al siguiente titular. En ocasiones la información de la noticia se ampliará entregando imágenes. Podéis ver su funcionamiento en este vídeo:

Me parece una app revolucionaria y si disfrutara de un cargo estratégico en un medio de comunicación querría algo parecido para ayer. Puede meter miedo, puede no ser eficiente, puede ser reduccionista y todo lo que queráis pero si planteamos desarrollos como respuestas a lo que el usuario demanda esta app se lleva el premio gordo.

El futuro incluso de las compañías más grandes gira en torno a esta forma de comunicación. Google parece una vez más hacer borrón y cuenta nueva con sus apps sociales (hangouts nunca pudo competir con las demás) y acaba de presentar Allo y Duo que directamente pasan de vincularse con tu cuenta de Google para asociarse al número de teléfono como tantas otras. Lo que hace a Allo especial es la interacción con la inteligencia artificial de Google que será espectadora de nuestras conversaciones y capaz de proponer respuestas y acciones. En el siguiente vídeo (minuto 2:20) podéis flipar con la planificación de una cena entre amigos:

Y como los medios y las empresas no pueden tener a alguien 24 horas respondiendo por mensajería todas las peticiones el uso de las AI y los bots no es baladí. Facebook ya promueve el desarrollo y uso de bots para que los propietarios de sus páginas interactúen con los visitantes incluso cuando no estén conectados. Paralelamente aparecen empresas como Helloumi que prometen gestionar la atención al cliente a través de mensajes para ofrecer así una experiencia de compra más amigable.

No sé si llegará el momento donde podamos preparar nuestro pedido del Burger King a través de Whatsapp pero hacerlo a través de una interfaz parecida está ya a la vuelta de la esquina:

http://youtu.be/MJjxzIuto4Y

Si la WWW ha pasado a ser una mera app de móvil en la que los usuarios de móviles pasan sólo el 10% de su tiempo el futuro pinta aún peor para nuestra vieja amiga.