Hace 3 años y medio que escribí un artículo muy escéptico sobre la adicción a los móviles a raíz de un programa de Salvados. Desde entonces, lejos de apagarse la llama, el tema ha seguido invadiendo cenas de Navidad, cañas con los amigos y grupos de padres de Whatsapp preocupados por el uso que los menores hacen de la tecnología. El alarmismo de un lado y la popularización de elementos en los videojuegos similares a los de algunos juegos de azar no ha hecho más que aumentar la complejidad del debate.
Por todo esto llevo meses queriendo sentarme a hablar tranquilamente del tema con José César Perales, catedrático de psicología y profesor titular de la Universidad de Granada experto en adicciones comportamentales (sin sustancias de por medio). Descubrí a José por un precioso artículo en defensa de las personas tóxicas y su amplia experiencia en el estudio de la conducta adictiva, su labor divulgadora y su apoyo en la evidencia le convierten para mí en un referente a la hora de abordar estas cuestiones.
Lo que tenéis a continuación es 1 hora de charla que estoy convencido de que rompa o no vuestra cámara de eco, os dará otra visión de temas delicados que están encima de la mesa.
Me ha parecido muy interesante el argumento del profesor Jose Cesar Perales, no obstante basándome en la experiencia que me ofrece mi trabajo, tratando a personas afectadas por juegos de azar tengo que discrepar de ciertos argumentos.
Considero que el término adicción se ha vanalizado, obviamente no todas las personas que usan las tecnologías son adictas, la mayoría no lo son, aunque sí cumplen muchos de los criterios de adicción, por lo que entiendo la confusión en la sociedad general.
Los argumentos que aporta para diferenciarlo de otra adicción, me han quedado muy laxos, pues el refugiarse en una sustancia como el alcohol, porros… en la mayoría de las ocasiones también es el síntoma y no la causa. Creo que ha quedado claro que EXISTE un problema con el uso de las TICs, le llamemos adicción o no. No toda persona que bebe alcohol es alcohólica, pero existe al adicción al alcohol. Y en cuanto al tratamiento se asemeja mucho al tratamiento de otra adicción, no termino de entender en qué radica la diferencia.