Parece que entre el post de la vuelta al cole y la entrevista este jueves con Dolors Reig tenemos Blogoff la semana de la educación. Lejos de disgustarme añadiré mi granito de arena con este post que llevo masticando mucho tiempo.
A través de mi empresa, Adama Web, he tenido la oportunidad de colaborar a lo largo de los últimos en diversos proyectos públicos y privados divulgando tecnología entre los peques (nos podéis contratar allí por si os interesa). Si no me fallan las cuentas, ya van cerca de 15000 chavales entre 10 y 18 años (lo sé, esos últimos no son tan peques ¡pero uno se hace viejo!) que han pasado por alguna de mis charlas. Aquí van 10 reflexiones que he sacado después de todos esos talleres por si algún día te ves en la tesitura de enfrentarte a lo que erróneamente se ha llamado “nativos digitales”.
El artículo está separado en dos partes: la forma de dar las charlas y el fondo detrás del nivel de formación de los niños.
LA FORMA
1 – Olvida (casi) todo lo que has aprendido sobre presentaciones Power Point.
Los niños son un mundo aparte. En el post El segundo mandamiento de las presentaciones Power Point comenté mis problemas de primar tanto el diseño sobre el contenido que los niños acababan prestando más atención a las imágenes y a los vídeos que a lo que estaba diciendo. Las diapositivas para niños pequeños no tienen por qué ser tipo zen. Evidentemente no pueden ser con 500 bullet points, Comic Sans y sólo texto pero eso ya lo sabes ¿no?. Mis consejos para cuando charles con críos de 12 años para abajo.
- ¿De verdad necesitas unas diapositivas? ¿Puedes dar la charla navegando por internet y haciendo las cosas en vivo? Mucho mejor lo segundo que lo primero.
- Si hay diapositivas, máximo 10 por hora. Si están bien hechas, cada una dará lugar a tantas preguntas que la hora pasará volando.
- Imágenes con sentido, nada de metáforas. Estamos hablando de niños pequeños: son espabilados pero no Proust. Si vas a hablar de la vida, pon imágenes de la vida no de una magdalena que simboliza la vida.
- Cuenta historias. Para los niños no me gusta poner índice de contenidos a las presentaciones. ¿Vamos a hablar de Facebook? Estupendo, pues empiezo por la historia del friki de 19 años que acabó manejando información personal de 600 millones de personas no por [bulletpoint] Redes Sociales: definición y concepto.
- Usa pizarra. Me encanta escribir y dibujar cuando los críos hacen preguntas, ellos sienten que les estás dando más importancia y además pueden salir y ser ellos los que dibujen y escriban cosas. A los peques les gusta moverse (si eres padre ya lo sabrás).
- Pon conclusiones o un resumen al final de lo más impoartante (una o dos ideas). Pelea para que los árboles les dejen ver el bosque.
2 – Una pregunta sin responder es una puñalada en el corazón
Es muy difícil manejar las preguntas de los niños, casi tanto como hacer que los mayores participen. Me parece bien establecer turnos de preguntas porque sino es probable que surja algo que vas a explicar a continuación. Pero que los turnos sean abundantes, que sean ellos y sus cabecitas los protagonistas, no tú.
No hay preguntas tontas. De hecho cuando veo que los compañeros se ríen por la pregunta de algún niño destaco especialmente la importancia de esa pregunta o le doy un par de vueltas para que se den cuenta que no es ninguna tontería. De paso les enseñas humildad y el chaval que hizo la pregunta crece unos centímetros de altura :-)
3 – Sabes más que ellos ¿sino qué sentido tiene que les des la charla?
Supongo que leyendo el punto 7 no os dará por malinterpretarme y pensar que estoy diciendo que vayas de sabelotodo. Si vas en ese plan a un taller de redes sociales quedarás fatal cuando un niño te pregunte con toda la ilusión del mundo si el Club Grefusa tiene opciones de privacidad o cuál esa la edad para registrarse en Travian.
Pero tampoco puede pasar que los críos piensen que saben más que tú porque entonces sencillamente pensarán que la charla se la están dando sus padres que por supuesto y según ellos, no tienen ni idea de ordenadores.
Es muy complicado encontrar el punto medio entre sabelotodo y palizas que no sabe de lo que habla, especialmente cuando subimos de curso porque cuando entro a explicarle cómo funciona Tuenti a un grupo de adolescentes de 16 años que ya me ven como un abuelo a mis 28 años (sigh, doble sigh) lo primero que piensan es ¿y qué me va a contar este tío que no sepa ya?
Consejos: empieza hablando de cosas que sabes que desconocen. En mi caso por ejemplo, y por seguir con lo de las redes sociales, tras una historieta inicial hablo de arquitectura web y de cómo la información de sus perfiles de Tuenti queda almacenada en unos aparatejos que se llaman servidores o de los riesgos y virtudes de la geolocalización. Una vez que tienen los ojos como platos al hablarles de la configuración de privacidad de sus perfiles, que es algo que ya saben, me harán más caso que si hubiera empezado por ese punto.
También funciona hacer alguna cosilla en la pantalla que ellos no sepan. Te sorprenderías de lo alucinantes que les parecen los atajos del teclado bien usados (por ejemplo en Windows7 usar teclaWindows+tab para cambiar entre ventanas con Aero).
Con lo más peques basta con que saque el MacBook Air del maletín para que flipen < /fuckyea>
4 – Asume la multitarea.
¿Así que pretendes tener a 20 niños de 11 años quietos en una silla con un portátil en la mesa durante una hora mirando para tí? ¿Tú no has sido niño nunca no? Déjales que trastéen mientras hablas caray. Si en el algún momento necesitas toda su atención pídeles que bajen la pantalla unos segundos y pista.
Es curioso como en un congreso de gente adulta asumimos al día de hoy que durante nuestra charla todo el mundo esté con la cabeza agachada escribiendo en su ordenador o cotilleando en su tablet y sin embargo a los niños, que son los que más actividad necesitan les pedimos que no lo hagan. ¿Te da miedo que se distraigan? Créeme, son capaces de tener mucha más atención en muchas más cosas a la vez que tú y que yo.
5 – Conceptos, ojito con el listón
Y aquí enlazo con la segunda parte del artículo: no des nada por sabido con los peques. Si piensas que por el hecho de haber nacido rodeados de páginas web van a saber cómo funciona una, estás pensando que tú, por haber nacido rodeado de coches, sabes conducir desde los 2 años.
Si empiezas manejando conceptos que das por sabidos con total soltura los chavales desconectarán y no se atreverán a preguntarte por miedo a quedar como ignorantes. Insiste de primeras en que cualquier cosa que no entiendan se puede machacar más y mi truquete preferido, de vez en cuando pregúntales si entienden algo muy básico para que cojan confianza o de lo contrario reajustar sobre la marcha el nivel de charla.
EL FONDO
6. La educación en nuevas tecnologías en España avanza lentísima, pero no por los profesores.
Si hay algo que me ha sorprendido gratamente en mi recorrido por centros públicos y privados, es la cantidad de profesores entusiasmados con las nuevas tecnologías. Profesores que echan horas y horas en reinventar su modo de dar clase para hacerlo más atractivo a sus alumnos, que crean blogs, que me preguntan cómo podrían incorporar Facebook o Tuenti a sus clases porque saben que sus alumnos están ahí. Profesores que sin ningún incentivo más allá de su propio amor a la docencia hacen todo lo posible por integrar las TIC en sus materias.
Sin embargo, lo normal es que los planes de estudios se acerquen a la tecnología de forma tangencial. Tenemos colegios bilingües, colegios que se han gastado una pasta en pizarras digitales, pero no tenemos la Informática en las páginas de un libro de texto normalmente hasta 6º de Primaria. Posteriormente ya depende de si al chaval le gustan las letras o las ciencias porque claro, de todos es sabido que los que somos de letras no vamos a tocar un ordenador en la vida. Si te gustan las ciencias a lo mejor pillas informática en Bachillerato y aprenderás a programar en Visual Basic… aunque nadie te haya enseñado los entresijos de la configuración privacidad en Facebook.
El resultado es que, salvo excepciones, me arriesgaría a decir que más de la mitad de los menores que he tenido entre 14 y 16 años no son capaces de distinguir la barra de direcciones del navegador, de la barra de Google, del propio Google; no saben qué significa BCC en los e-mails, no saben que las páginas web se alojan en servidores y tienen serios problemas para integrar en su forma de estudiar y trabajar herramientas tipo Google Docs. La parte buena, insisto, son los profesores que se esfuerzan por cambiar esta situación.
7 – La mayoría de las familias pasan olímpicamente de la educación en TIC de sus hijos.
No sabéis cuántas veces he reescrito ese <h3> de ahí arriba para intentar no hacer una afirmacion tan dura pero lo siento mucho, es lo que hay.
Charlas para padres canceladas por asistencia de 1 persona en centros de 1000 alumnos, críos que me dicen que cuando le dicen a sus padres que se encontraron algo raro en la red sus padres los castigan sin ordenador (truestory), ordenadores familiares con todo el software sin actualizar desde hace 10 años y un sin fin de calamidades que al día de hoy no puedo negar que me sacan de mis casillas.
Lo que más me duele de esa afirmación (que no deja de ser una generalización) es precisamente los padres que SÍ tienen interés. Son pocos pero existen y se nota de forma espectacular en la soltura que tienen sus hijos con la red. Hay veces que imparto un taller por la mañana y conozco a una niña que no para de preguntar, entusiasta, brillante y con un manejo de conceptos TIC muy superior al de sus compañeros. Por la tarde se convoca a las familias y la que sí que no falta es la de esa niña. Padres interesadísimos en cómo poner un filtro de control parental que no fastidie a su hija a la hora de hacer los deberes. La manzana no cae muy lejos del árbol que dice un proverbio alemán y en el caso de las TIC la diferencia entre unas familias y otras es abismal.
Lejos de hacerme mala sangre no dejo de dar vueltas a las razones por las que las familias no se interesan por estos temas. Una de las principales es que no haya invitación a pinchos y vino español detrás de mis charlas que no sabéis cómo cambian las cifras de asistencia cuando se regala algo (truestory).
Otra razón menos sangrante es que piensan que los chavales saben más que ellos. Siempre les digo lo mismo: sabéis cosas distintas. En materias como privacidad, responsabilidad, relaciones sociales y mucho más son los padres los que tienen la experiencia. No sabrás que es Tuenti pero supongo que sí sabrás que no es adecuado que tu hija de 14 años queda con un desconocido a través de Tuenti. Por otro lado, si no sabes y quieres aprender, pregunta en tu centro escolar si van a organizar alguna actividad para familias relacionada con las TIC y anímate a ir.
Y si quieres montar algo por tu cuenta para un grupo de padres, en Adama Web estamos a tu disposición.
8 – Los críos están hechos para disfrutar de Internet ¿en qué punto las cosas se tuercen?
Cuánto más pequeños más vas a disfrutar dando la charla. Claro, si les dejas hablar. Un error que cometía al principio era que la duración de mis charlas era la misma independientemente de si estaba ante un 4º de la ESO o un 5º de Primaria. Con el paso del tiempo fui reduciendo la duración de mi discurso para los peques e incrementando el tiempo para que fueran ellos los que hablasen. En las últimas charlas que di para niños ya pasé directamente de Power Point. Fui con el ordenador preparado para enseñarles un par de cosas en vivo y luego eran ellos los que preguntaban y decidían qué es lo que querían aprender.
Son creativos y con una imaginación desbordante. Rápidos, vivos, ilusionados, inquietos… la combinación perfecta para adentrarse en el mundo 2.0 donde ellos crean el contenido y lo modifican, no sólo lo consultan.
Pero entre 2º y 3º de la ESO algo se tuerce. Hormonas aparte (que se notan y mucho) creo que tenemos que hacer una reflexión profunda de esa fase del período educativo. Casi diría que en la educación primaria, la formación en TIC no va mal. Como dije en el primer punto, los planes de estudios no me parecen que la apoyen lo suficiente pero entre profesores geniales, familias que pasan tiempo con los críos y la propia curiosidad por trastear de los chavales se superan los vacíos y, bueno, la situación va bien encaminada.
Me voy 3 años después y es un desastre. Hablando con los profesores de los centros me dicen que pasa en todas las asignaturas, que son las edades más complicadas, etcétera pero algo dentro de mí me dice que si hay algún plano en el que no debería pasar es en el de la tecnología ¡qué mejor etapa que la adolescencia para aprender cómo funcionan las páginas web, cómo crear una, cómo jugar con el contenido de la red o cómo aumentar la seguridad de las conversaciones que tienes con tus amigos!
Creo que parte de la culpa de esta situación deriva de la visión de la tecnología como juguete. O dicho de otro modo, cuando son pequeños no importa tanto que no pasen tiempo delante del libro de texto: que jueguen, que socialicen, que trastéen. Pero cuando llega la adolescencia se acabó: a empollar. Lo de los ordenadores está muy mono para entregar algunos deberes o para calmar algo a las fieras los viernes a última hora pero donde estén las marcas en los codos de pasarse horas delante del libraco que se quite lo demás.
Ojito con esta brecha: noto muchísimo la diferencia entre aquellos estudiantes que utilizan los PC en sus escuelas de forma natural, como medio de trabajo y los que los utilizan como un accesorio ocasional.
9 – El equipamiento lastra
De las cosas que más me duelen: ver a los niños desesperados por la lentitud de sus máquinas. El equipamiento que tienen a su alcance es en general malo. No tanto desde el punto de vista del hardware como del mantenimiento del mismo. Los ordenadores de los centros escolares tienen instalado Windows XP en un porcentaje aplastante. Más alarmante aún es que en muchos el software es pirata y el antivirus brilla por su ausencia. IE8 para navegar por lo tanto es una utopía aunque afortunadamente Firefox y Chrome suelen estar instalados.
La apuesta por Linux y por el software libre me parece estupenda pero no está exenta de problemas. Los chavales se desesperan al intentar acceder a sus páginas web favoritas por problemas de compatibilidad (Flash + Ubuntu, diversión asegurada), algunos programas que utilizan en sus clases no son compatibles y quizás lo más importante es que todavía hay muchos profesores reacios a usarlo. Ya sé que la culpa de los problemas de compatibilidad no viene del lado del software libre sino de los que programan software propietario pero no hay que esforzarse tanto en buscar culpables como en buscar soluciones. Ni Windows, ni Linux me da la sensación que satisfagan las necesidades de los niños a la hora de usar un ordenador como herramienta educativa.
Sí que es verdad que algunas distribuciones de Linux en edades tempranas funcionan de sobra y el trabajo que se está haciendo en este sentido en Extremadura y Andalucía es sobresaliente pero para implantarlo de forma masiva hace falta un cambio de mentalidad en el sector público que…
10 – Es imposible un cambio a corto plazo.
… no veo posible en los próximos años. Escribiendo esta primera parte del post que sé que tiene un tono más negativo que optimista pensaba en proponer ideas o reformas pero como me decía el coordinador de nuevas tecnologías de un instituto de Gijón hace tiempo, cambiar las ordenadores es rápido, cambiar los libros de texto también, cambiar el plan de estudios un trámite, cambiar la forma de pensar… una generación.
La única propuesta que tengo clara viene de la cabeza de mi padre, profesor de Lengua apuntito de jubilarse: encontrar a los profesores que lo están haciendo bien y que sean ellos los que formen a los que no saben hacerlo tan bien. Se les premiaría o reumuneraría de algún modo (esos puntos para traslados que tanto cotizan) y también por supuesto la formación y el reciclaje sería obligatorio para los demás. El único fallo de esta idea es el tiempo. Creedme, la gran mayoría de los profesores están deseando reciclarse pero tienen que rellenar semejante cantidad de papeles, informes y chorradas burocráticas que como para encontrar huecos para el reciclaje tecnológico.
Sin embargo esta propuesta empieza a calar en algunos lugares. En Asturias, por ejemplo, me consta que el gran Fernando Posada impartió cursos de Escuela 2.0 a otros profesores con muy buenos resultados y a través de la Fundación CTIC se colabora estrechamente con centros escolares para modernizar su sistema educativo.
Como el final me ha quedado algo pesimista, mañana hablaré largo y tendido con Dolors Reig en el podcast a ver qué se puede hacer. Si os ha gustado el post, no os lo perdáis.
Madre mía que currazo de articulo, muy buenos consejos yo he dado también algún cursillo pero a chavales de 15 años más o menos y la verdad que ahí es bastante más complicado, sobre todo por la edad en la que están.
Has descrito la situación de manera genial, parece como si fueras un profesional de la educación que conociera a los niños desde siempre. Me parece muy interesante y estoy de acuerdo con tu impresión de que la utilización de las tic en. La educacion primaria está bastante bien resuelta, y que son edades idóneas para la utilización de las herramientas que proporciona la web 2.0. Tienes toda la razón del mundo , si les dejamos y apoyamos su creatividad , ilusión y esfuerzo generan productos impensables incluso entre personas de mucho más edad. Gran entrada .
Un saludo