Toda esta tecnología nos hace antisociales… o no… o qué sé yo

En una semana que le han caído bastantes palos a Twitter primero de una señora que ha demostrado tener un nulo sentido del humor y luego de un tipo bastante listo que soltó perlas como esta:

Las redes sociales no enseñan a dialogar porque es tan fácil evitar la controversia… Mucha gente usa las redes sociales no para unir, no para ampliar sus horizontes, sino al contrario, para encerrarse en lo que llamo zonas de confort, donde el único sonido que oyen es el eco de su voz, donde lo único que ven son los reflejos de su propia cara. Las redes son muy útiles, dan servicios muy placenteros, pero son una trampa.

Referencias a cámaras de eco y asimetría en las protestas reflejadas perfectamente en esta charla de TEDx Oviedo University de Daniel Gayo:

Puedo estar de acuerdo o no pero cada día que pasa soy más pesimista con lo que Facebook, Twitter y Whatsapp suponen para la socialización. Es difícil de razonar y caigo en muchas contradicciones. En ocasiones digo a los padres en las charlas que si un niño usa mucho las redes sociales es porque tiene una socialización fuera de ellas muy rica y es normal que la mantenga online. Es decir: muchas veces veo el uso de las redes sociales como un síntoma de salud social.

Pero otras muchas pienso que alguien tiene esta salud social a pesar de las redes sociales. La comunicación constante con gente que piensa igual que tú, la dependencia de los flujos de información que hace a algunos estar pendientes todo el rato del móvil, la rápida gratificación al publicar contenido ligero… demasiadas cosas para ser optimista. Tengo bastante claro que si no fuera por el sector en el que trabajo abandonaría Twitter y Facebook o los enfocaría de otro modo. No es un gesto de cara a la galería. En el ámbito personal estoy sólo en un grupo de Whatsapp y el motivo no es otro que tener un lugar donde compartir fotos de mi hijo con sus familiares lejanos (geográficamente hablando) ya que me niego a llenar mi perfil de Facebook con esas imágenes incluso aunque todos los incentivos vayan en esa línea (de esto hablaré otro día).

Todo esto me genera un interés permanente por los pesimistas de las redes sociales y por sus discursos bien argumentados. No es fácil, siempre puedes encontrarte con una Álvarez de Toledo que rompa la baraja del discurso sin mayores miramientos ni razones de peso. Pero a veces uno se encuentra artículos sobre el lado negativo de las redes con destellos de interés.

Uno de ellos es Stop Sharing This Photo of Antisocial Newspaper Readers de Kevin Hoffman. La foto es ya mítica y un icono para todos los defensores a través de la conversación en redes sociales:

¿Tiene coña verdad? Yo también la guardé en Evernote para usarla en mis charlas antes los críticos tipo “mi niño está todo el día enganchado y eso antes no pasaba”. Sin embargo el artículo sostiene que las diferencias entre un periódico y las redes sociales son suficientes como para dejar de compartir este meme.

1) Nadie en su sano juicio saca un periódico en mitad de una conversación mientras estás hablando con él.

2) Los periódicos no vibran ni pitan para llamar tu atención.

3) Los periódicos son finitos. No hay un flujo constante de información y cuando se acaba se acabó.

4) Cuando se acaba un periódico se genera una actividad social donde la gente habla sobre lo que acaba de leer. Algo imposible en redes sociales donde no hay un timeline único.

En los móviles cada persona tiene su propio silo de información. Gente leyendo periódicos es una actividad social: ciudadanos manteniéndose informados de modo que puedan participar del discurso cívico de su comunidad. El artículo se apoya en este estudio que afirma que la participación ciudadana cae al cerrarse medios de comunicación tradicionales.

En resumen: el uso de redes sociales hace que las personas tengan menos noticias en común.

Me parece un punto de vista interesante. Los comentarios del post son en general duros con el autor y quizás 1, 2 y 4 se prestan a ello pero el hecho de que los periódicos sean finitos me parece un apunte muy acertado.

Respecto al punto 4 que es el centro del discurso admite una crítica muy inmediata: sí que hablamos sobre lo que leemos en las redes sociales. De hecho hablamos y mucho, bien sea por los trending topics bien sea a través de los propios grupos de Whatsapp. Pero hablamos de lo que genera interacción que es aquello que los algoritmos pueden medir y mostrar como relevante (pero no siempre lo importante).

Nadie duda de que es más importante que haya 500 denuncias ya por agresiones sexuales en Colonia que el gesto de Di Caprio cuando pasó Lady Gaga por su lado en los Globos de Oro pero lo segundo es viral y lo primero no.

El artículo sostiene en definitiva que la tecnología nos hace más antisociales porque tenemos asimetrías informativas que impiden el discurso. Yo que en parte tiene razón pero que la línea es más bien la de que la tecnología nos hace antisociales en la medida en lo que sólo hablamos con espejos de nosotros en las redes, leemos información que reafirma nuestras opiniones y las hace más extremas y de vez en cuando escapamos de esto con contenido de baja calidad que ofrece gratificación rápida sin necesidad de diálogo y reflexión.

 

 

1 comentario en «Toda esta tecnología nos hace antisociales… o no… o qué sé yo»

  1. Me ha encantado el artículo, aunque todavía tengo que leerme los enlaces (que no son pocos ni cortos y son de obligada lectura) pero hay algo que destaco firmemente, dudas de si son antisociales las redes sociales?? jajaja, no has dejado clara tu postura.

    A mi modo de verlo, no me parece para nada negativo el uso de redes sociales. La problemática está en, por un lado la suciedad de estas (publicitaria, spam y con muchos bulos) y por el otro la falta de educación en cuanto a identidad digital y buenas prácticas.

    Sinceramente tengo 27 años y nunca me ha gustado leer los periódicos hasta hace pocos años (y aún así leo prensa de pascuas en flores) y era básicamente por dos razones:

    1. El gobierno y las empresas de prensa estaban eligiendo lo que querían contarme y cómo contármelo. No me podía creer todo y tampoco quería dejarme influenciar solo por aquello que me estaban contando (y cómo lo estaban contando)

    2. También en prensa existen noticias virales, pero digamos que son de una temática concreta, desgracias. Tal como en las noticias. Todos sabemos que ocurren desgracias a diario, pero para mi existen unas más importantes que otras y esto nos vuelve a llevar a mi motivo número 1…

    En fin, para mi las TIC de hoy en día son todo un lujo y un beneficio social, aunque estén cojas en educación… Pero en este país por lo menos lo de que la educación “cojea” ya lo sabemos todxs.

    Gracias por tu aporte :)

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