Poco, muy poquito más tengo que añadir a lo que ha dicho David Bravo sobre la enésima y desgraciada campaña contra la piratería del Ministerio de Cultura:
- Algunos consejos prácticos para que el Ministerio de Cultura aprenda definitivamente a hacer campañas contra la piratería
- El desgarrador testimonio antipiratería de la persona que se baja un fake
Pero sí que me gustaría hacer algo. Ayer por la noche fui con mi novia al concierto de Russian Red en Gijón. A la vocalista de la banda, Lourdes García, la entrevistamos en nuestro podcast donde soltó perlas como
“Me parece incomprensible que alguien diga que en internet se roba la cultura”
“Que alguien tenga la oportunidad de encontrar mi disco en internet me hace mucha ilusión”
El concierto era gratis sí, pero era un martes a las 0.30 de la madrugada. Este era el aspecto de la sala (con la gente sentada y 30 minutos antes de empezar):
Cuando empezó a tocar no cabía un alma y el aforo de la sala no es precisamente pequeño. Sinceramente no vi a Lourdes muy jodida porque el gran porcentaje de los que allí estábamos nos hubiéramos bajado su disco de internet.
En temas legales, yo no tengo los fundamentos de derecho suficientes para soltar un “Verdad” como suenan de rotundos los “Falso” de la página de 10 mentiras sobre la piratería así que prefiero dejarlo en manos de la Fiscalía general del Estado que ha dicho claramente que no es un delito penal y en las de David Bravo, especialista en propiedad intelectual que dice que incluso a la hora de considerar un ilícito civil hay lugar a interpretaciones o en el caso Sharemula que ganó David y del que nos contaba
“… una vez sobreseído el caso, la parte contraria presentó recursos y en esos recursos había uno de Promusicae que cambiaba la estrategia. En él se adjuntaba un dictamen de un importante abogado donde se decía que la propia actividad de los usuarios de los P2P era delictiva […] Nosotros dijimos que no, usando los argumentos que habitualmente usamos en nuestras conferencias y llegó a la audiencia provincial de Madrid donde se analizaron todas las cuestiones y aceptaron nuestros argumentos. Por lo tanto podemos decir que ya hay una resolución en firme de que las webs que ofrecen enlaces a archivos por P2P no cometen delito alguno y que tampoco cooperan con ningún delito puesto que la actividad de los usuarios en las redes P2P no es delictiva.“
Señores políticos háganme un favor: dejen de insultarme.
Como le decía a Hugo hace un par de días este debate está lleno de trampas y en el fondo de la cuestión están temas tan delicados y apasionantes como si el monopolio intelectual fomenta la innovación o la destruye. Temas que desde luego no se pueden resolver en cinco minutos, en un debate de Canal Sur o en un único post más que nada porque hay como mínimo 3 premios de nobel de economía en cada lado de la balanza.
Yo en esto ya sabes que siempre intento invocar al sentido común por encima de las leyes; no soy abogado así que me lo puedo permitir.
Si alguien que ha creado un disco no quiere distribuirlo más que a través de la venta física del disco a un precio abusivo con un modelo de negocio obsoleto pues es su problema, si esa persona (aunque sea una discográfica despiadada) ha creado su obra y le ha fijado esas condiciones no creo que tengamos ningún derecho a saltarnos eso. Me parece bastante atroz querer disfrutar de los contenidos de alguien pero pasarse por el forro las condiciones que él mismo impone.
Uso P2P como el que más, y no recuerdo haber pagado por música nunca pero, por favor, no seamos cínicos con esto, conseguir algo de pago, gratis y en contra de su legítimo creador no es ético; esto es de sentido común creo yo.
A ver si se da cuenta ya la gente de que el futuro de la música está en los conciertos. Cuando los “CDs” dejen de ser físicos no perderán tanto y sin embargo los artistas ganarán una gran difusión. Lo que pierden por un lado lo ganan por otro.
Yo creo que si, que a los españoles le interesa mucho la cultura y tal, pero sólo cuando es gratis… y eso me parece muy triste.
Hugo, de todos modos como te digo el problema va algo más allá. El problema es considerar a la cultura (en el sentido más amplio de la palabra, osea incluyendo King Africa y Torrente) como un bien de consumo no rival. Lo que embrolla todo el asunto es que cuando tu descargas un disco por internet, lo estás copiando, y no se necesita producir una unidad más del disco para que tú la consumas y por lo tanto no perjudicas al autor y tú además te beneficias. En términos económicos se pasa a una situación favorable en términos globales que por soltar algo de jerga se llama “pasar a un situación óptima en sentido de Pareto” (nadie sale perjudicado y al menos una persona gana).
Este detallín introduce un jaleo en el mercado dificíl de arreglar que nada tiene que ver con la ética, tiene que ver con la eficiencia.
Si alguien quiere tener el monopolio sobre su obra hay que respetarlo hasta cierto punto. Concretamente hasta el punto en el que dejar de tenerlo ofrecería una situación más favorable para todos.